Un total de 155 familias de los cantones de Upala, en Alajuela y Bagaces, de Guanacaste, serán trasladadas a otros lotes y casas luego de los daños provocados por el huracán Otto, cuyos vientos e inundaciones golpearon el país en noviembre del año pasado.
La razón, indicó Marian Pérez, viceministra de Vivienda, es que las casas y lotes en los que vivían quedaron en zonas “extremadamente peligrosas”. Por esto, mientras se busca una solución definitiva, estas familias alquilan gracias a fondos del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).
De los 155 traslados, 77 en Upala y 78 en Bagaces, el 37% de los casos están en trámite, es decir, ya se giraron los fondos para la compra del lote y la construcción de la vivienda, cuyo costo oscila entre los ¢13 y ¢15 millones.
El porcentaje restante representa: personas que ya habían obtenido bono y que la ley los imposibilita a obtener una segunda ayuda (23,8%), o bien, que no cumplen con algunos de los requisitos para obtener el bono, como por ejemplo ingresos muy altos o tener varias propiedades (38,7%).
Pronta solución
Marian Pérez indicó que de aprobarse un texto que ya se encuentra en la Asamblea Legislativa se permitiría a aquellas personas que ya tuvieron un primer bono, optar por un segundo beneficio, que responde a la emergencia provocada por el huracán.
Además, reformas a lo interno del Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi) permitiría tramitar los traslados para aquellas personas cuyo perfil no calza con el establecido por los reglamentos.
Sin embargo y a pesar de estas trabas, el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (Mivah) espera que este año se de el mayor avance en los traslados y las reconstrucciones, para los que se utilizarán recursos ordinarios del Banhvi.
Mientras tanto el IMAS se encarga de aquellos casos en los que las viviendas requieren ser reparadas.